domingo, octubre 29, 2006

De Aires definitivamente Buenos...


Buenos Aires. Estar una vez mas en esa ciudad tan bonita es algo que sin duda se disfruta. He ido pocas veces, pero cada vez que voy no me deja de sorprender su belleza. Sus calles bien trazadas, la arquitectura de sus edificios, el cuidado que existe en sus parques.

Desafortunadamente, como casi siempre, estoy de trabajo -aunque aprovecho igual para quedarme un poco mas de tiempo y turistear un poco. Así pues, recorro en el tiempo que estoy ahí varias partes que parecen interesantes en los guías de turistas, y sitios recomendados por los locales.

Primero, un paseo por la calle Florida, una calle peatonal que está cerca del centro de la ciudad (o eso me pareció) donde existen muchas tiendas de todo tipo. Cuero, ropa, joyería, artículos deportivos, antigüedades y demás. En el trayecto, músicos callejeros, bailadores de tango. Es muy agradable ir caminando, admirando la arquitectura tan bonita que tiene esta zona (en realidad, tan bonita como se puede encontrar en otros sitios de la ciudad) . Gente muy atenta en las tiendas, amables con el turista y no tan insistentes como en otros sitios, sabiendo cómo agradar sin llegar a ser abusivos.

Luego, justo antes de terminar el recorrido que se ha comenzado por la Plaza San Martín, pasar por una avenida que tiene de fondo al famoso obelisco. Bonita vista que ofrece, sobre todo al contrastar en el fondo su iluminación con lo obscuro de la noche que recién cae.

Llegar a la Plaza de Mayo ahora, que está flanqueada por la Catedral y por uno de sus lados (¿o es uno de sus extremos?) a la Casa Rosada. Muy bonita, igual, con la iluminación que tiene. Por otro lado de la plaza, el edificio del Ayuntamiento (o eso me dijeron) que en estos días que se le visita tiene una iluminación especial. No saben decirnos razón de qué. Pero igual no es algo que tenga relevancia ante el espectáculo del que hace parte.

Ya es tarde. Ha sido suficiente por un día. Y en los otros se va el tiempo trabajando hasta que llega por fin el final de la semana. Es ahora el tiempo de volver a dar una caminada por otros sectores de la ciudad, que han valido la pena: San Telmo con su mercado de antigüedades donde se encuentra desde relojes antigüos hasta libros, retratos y un sin fín de cosas mas - los artistas callejeros igual interpretando hermosas melodías que haciendo pinturas o bailando para el transeúnte que se queda con la boca abierta al pasar. Puerto Madero, con sus restaurantes de carne, la gente transitando en los alrededores y las banquitas donde los amigos conversan y los enamorados se encargan de sus asuntos teniendo como cómplice la noche y los románticos faroles que iluminan el muelle. ¡La Bombonera! (el estadio del equipo Boca Juniors que está en el emblemático barrio que comparte el nombre mas no el apellido: La Boca) a donde tuve la osadía de meterme usando la playera de un equipo que hace no mucho los ha sacado de La Copa Libertadores (Chivas), lo cual para mi fortuna no causa (al perecer) molestia a los locales .

Hermosos sitios, hermosos recuerdos, bonitas fotografías pero ahora la voluntad para escribir sobre todo esto está baja. Quizá en otra ocasión... :-)

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