viernes, octubre 13, 2006

Cruzar la frontera a pie


Es Tijuana. En la parte Noroeste de México, en la esquinita del mapa. Una de las ciudades fronterizas mas conocidas dentro y fuera de México. Nombre que, segun me entero (yo siempre preguntando de donde vienen los nombres de los sitios), viene de "Tía Juana", un rancho que estaba por estos lugares; aunque otros dicen que es algun vocablo nativo de por acá.

De trabajo, como siempre; pero aprovechando las horas después del deber para cruzar (por primera vez a pie) la frontera con los Estados Unidos y pasar a San Ysidro, y luego a San Diego. Vamos con un colega y amigo de por acá, que va a comprar un regalo para su hijo que cumple años. El tiene un pase especial que le permite cruzar rápido en su vehículo, pero nosotros no estamos registrados y tenemos que cruzar a pie. Hay poca gente en la línea, por lo que es rápido (menos de 5 minutos). Me extraña que no me sellen el pasaporte, pero me dicen que es normal cuando se cruza a pie y la internación es a menos de (¿25, 50?) millas. El caso es que no hay problema. El ya nos espera del otro lado y seguimos. En el camino, vamos platicando sobre las diferencias entre el área mexicana y el área estadounidense. Del lado mexicano un poco menos verde que del lado "gringo", donde todo se aprecia un poco mas ordenado, mas espacioso y mas cuidado. Del lado mexicano un poco menos en cada uno de esos rubros. Bromeamos un poco sobre que Estados Unidos se quedó con la mejor parte de las tierras de California. Todo sabemos que en realidad es el cuidado de las áreas lo que ha hecho diferencia. Pero es curioso. Como alguna vez me lo hiciera notar mi jefe/colega/amigo/guía Pedro, las fronteras tienen siempre algo de magia: no son naturales, sino producto de la imposición del hombre. Pasa uno de un lado a otro, y ya se habla otra lengua, se percibe un aire distinto, se usa una moneda diferente. Muchas cosas son distintas. Y basta caminar solo unos pasos. El ya lo había vivido, habiendo crecido cerca de la frontera de Portugal con España. Yo solo lo había imaginado y lo pude percibir por primera vez, ahora que cruzo por primera vez una frontera a pié. Y se siente diferente de como se imagina.

A medida que avanzamos hacia San Diego pasamos por donde están atracados algunos barcos, que segun nos explica nuestro amigo son parte de la Marina Estadounidense. Se alcanzan a ver buques grandes, a lo lejos; pero siendo ya noche solo distinguimos las siluetas entre las luces que las diferentes embarcaciones tienen. Vamos a algunas tiendas, vemos algunos electrónicos en Best Buy. Decido que es tiempo de comprar una cámara digital nueva: andaba buscando una desde hace mucho, y una Nikon me "hace ojitos", la vendedora se ve muy efectiva, y decido llevármela -a la cámara, claro. La vendedora, aunque muy guapa por cierto, no era de mi tipo ;-) - Vamos a comprar algunas otras cosas a un Wal-Mart cercano y emprendemos el regreso.

Nuevamente la diferencia al cruzar la frontera se aprecia. Ahora dos cosas curiosas. Una es que de ida había control migratorio, pero no fiscal (o al menos no me pareció) - Quizá porque en México son mas caras las cosas, o porque hay inspecciones mas adelante, o quién sabe... Ahora, el control de regreso es casi nulo: solo hay una inspección (con semáforo fiscal) en la aduana, pero no hay control migratorio. Después de todo México no pide Visas a los Estadounidenses. Quizá la seguridad mas laxa es en parte porque nadie está interesado (o al menos eso creo yo, quizá muy ingenuo de mi parte) en hacernos daño. Hasta donde sé, somos un país al que le gusta llevar la fiesta en paz con los vecinos. No nos peleamos con nadie (hasta donde puedo saber). A todo mundo le gusta nuestro mariachi y nuestro tequila (sobre todo el Tequila). ¡Ah! y el mezcal, claro. Ese con el gusanito. Ese se conoce en todo el mundo. Y aparte somos pachangueros, como todos los latinoamericanos. Al menos a mí no me enseñaron que debía odiar a nadie, y me enseñaron que hiciera amigos por todos lados. Creo que a todos los mexicanos nos educaron así. O al menos era la idea... :-)

Fronteras. Quizá algun día cruce otra a pié. Me parece que volverá a ser interesante. Apreciar cómo el hombre puede imponer su punto de vista a la naturaleza, imponiendo límites donde la natura no puso ninguno, e imponiendo diferencias donde quizá originalmente no las había. Pero al fin, esa es nuestra naturaleza. Formar equipos y movernos por nuestro lado versus "los demás". Por eso tenemos países, estados, departamentos, provincias,municipios, ciudades, pueblos, colonias, barrios, familias, etc. - así ha funcionado y al parecer tiene sentido que así funcione; o ya habríamos cambiado de forma de organizarnos. Aunque sabiendo que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, quizá no. O quién sabe. :-)

Ok. Pero hoy es viernes. Tijuana. 8:40 de la noche. Nos leemos después, que hay una noche comenzando... ;-)

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