domingo, diciembre 10, 2006

Mi reecuentro con Dios


Así como hay veces que las cosas parecen medias grises y los proyectos a veces no salen como uno quisiera, hay veces que las cosas simplemente salen mejor de lo que uno esperaba, el sol parece con mas brillo.

Así fué para mi en esta semana. A pesar de haber sido una semana de intenso trabajo, dado que salí a Colombia en un casi inesperado viaje donde estuve trabajando casi todos los días períodos de mas de 12 horas; las cosas salieron mejor de lo que pensaba en muchos de los sentidos: tuve la oportunidad de estar cerca de dos seres buenos seres humanos y profesionales excelentes, a quienes a partir de ahora tengo la fortuna de llamar amigos. También tuve la oportunidad de ir a un restaurante mexicano en Bogotá (no recuerdo bien el nombre, pero creo que era "La Taquería") con Viviana, amiga mía bogotana (en realidad de Barichara, pero radicada en Bogotá) que quería saber si la comida mexicana vendida allá era legítima o no. :-) - lo que puedo decir que se parece mucho (salvo las salsas por obvias razones) y definitivamente nada que ver con Taco Bell :-)

Tener la oportunidad de pasear un ratito por el parque de la 93, ver los adornos navideños que quedaron tan bonitos, la alegría contagiosa de toda la gente esperando navidad (espero que por los motivos correctos, de esperar la celebración del nacimiento del hijo de Dios) es algo que llena el corazón. Aunque uno no lo quiera, se pone alegre. Y hace a uno disfrutar del momento.

Aunque no pude ver los últimos cuatro partidos del campeonato de futbol mexicano, tuve la oportunidad de llegar a ver los últimos 10 minutos del partido de vuelta donde se definía el título del campeonato; y en donde mis adoradas Chivas Rayadas del Guadalajara estaban frente a los Diablos Rojos de Toluca, equipo bastante fuerte. Y llegué solo para ver a mi equipo quedar campeón del Futbol Mexicano. ¡Arriba las Chivas!

Sobre todo, tuve la oportunidad de ir a misa. Eso no fué lo especial, porque trato de ir cada ocho días a cumplir con mis deberes de católico, pero mas que eso porque me nace tener por lo menos ese tiempito para platicar de cerquita con Dios. Pedir por mis amigos, por mi familia y en general por la gente que mas quiero. Lo especial fué que decidí tomar el sacramento de la absolución y luego el sacramento de la Eucaristía. ¡Se siente tan bien! - Hacía literalmente años que no lo hacía, por... pues porque andaba mal... y porque las normas son algo estrictas para cuando uno no sigue al pie de la letra las cosas, pero me siento muy bien por haberlo hecho.

Todo esto que viví me hizo sentir como si de pronto, hubiera regresado a ser yo mismo.

Doy gracias a Dios, a mis amigos, a mi familia, a la vida... por haber vivido una semana como estas. :-)

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