Se acabaron los festejos

Después de una semana y un poco mas de estar contínuamente "festejando" mis 30 otoños, se
acabaron los festejos. Al menos por ahora...


Fué para mí bastante gratificante haber vivido esta experiencia. Comenzando desde el día antes, viendo la película de "Efectos Secundarios" (muy Ad-Hoc para el momento) y el "pastel" de cumpleaños que mi amiga Mary Jose me llevó cuando fuimos a ver la película. ¡Y las velitas mágicas que no conocía, que se supone que por mas que les soples nunca puedes apagarlas. No pudimos comprobarlo porque no encontramos encendedor y justo ese día yo no llevaba, porque no se me había antojado fumar...


Siguiendo después con el día de mi cumpleaños, que aunque estaba de viaje de trabajo (¡qué raro!) pues recibí un montón de llamadas, mensajes por celular y correos electrónicos de amigos de varias partes del mundo: de mi Naranjos querido, de Monterrey, de Jalisco, de Tamaulipas, del D.F. - e inclusive las internacionales, de Brasil, de Israel (¡cantándome las mañanitas en español! - ¡lástima que no pude grabarlas!), de Serbia, y hasta de una amiga colombiana perdida por Italia... - algunas de esas llamadas muy esperadas, y algunas francamente desconcertantes, pero todas bienvenidas y recibidas con alegría... :-)

Luego, con los mensajes de correo y las charlas con los amigos: resulta que no soy el único loco que ha re-evaluado su vida al cruzar la frontera de los 30 años. Sucede que varios de nosotros, gente normal y comun, se preguntó lo mismo... La mejor manera de explicarlo, a mi gusto, la tuvo mi cuate David: "te la pasas entre awitado y entre a toda madres, pq ya no eres de veintitantos kaon, ahora son thirtys dirtysss". Y es exactamente así...

Ese día, como estaba de viaje, solo dió chance de irme a tomar unas cervezas con mi compañero de viaje de esta vez: Don Hugo Guisti. Nos tomamos unas cervezas en un antro en la zona centro de Culiacán (Sinaloa, México) mientras escuchábamos música bastante a gusto y platicábamos de los asuntos de la vida. Dado que era mi cumpleaños, la edad fué un tema de conversación, mientras que no podían faltar las mujeres y los amores. Así las cosas, transcurrió ese día. El viernes pues es día patrio y ni chance de irse a festejar cumpleaños, porque todo mundo anda feliz celebrando independencia, unos ya crudos y otros todavía borrachos.

La semana pasó casi como cualquier otra, salvo por los reiterados recordatorios de que ya estaba subiendo al tercer escalón, mas otras pláticas relacionadas con el tema de la edad...

Todo remató con una pequeña reunión el pasado viernes 22 por la noche. Algun@s amig@s y conocidos (algunos en realidad gente que conocí esa noche) nos reunimos en el Tenampa, cantina mexicana donde se bebe buen tequila y se escucha buen mariachi (sabiéndolo escoger), en vivo.
Fué el mejor festejo que pude tener. Rodeado de gente que aprecio, y gente que sé me aprecia. Escuchando la música que mas me gusta oir (y cantar, aunque como dijera mi amigo Andrés "cantas re-feo, pero con harto sentimiento"), y bebiendo lo mas representativo de mi pueblo: Tequila. Derecho (puro), claro está... no se puede disfrutar de otro modo ;-) - Nos quedamos ahí bastante tiempo, aunque en realidad también menos del que algunas otras veces nos hemos quedado...

Y así acabó. Ya estamos de lleno en los 30. Y a una semana de que pasó el evento, la verdad es que no se siente tan diferente de otros cumpleaños...