Hacen falta científicos... y profesionales de a deveras...

En las noticias escuché hace no mucho un reportaje que dice que hacen falta científicos a México. Que la cantidad de científicos que tenemos es bastante baja para muchas disciplinas. Por desgracia, nada nuevo…

En otros medios es también común ver que los países en desarrollo son los que mas “exportan” cerebros que se van a sitios donde pueden tener mejores condiciones para desarrollar sus trabajos, donde tienen mejores salarios y en general donde pueden tener mejores condiciones de vida. Igual de triste.

Dos amigos cercanos míos y antiguos compañeros de departamento, de mi época universitaria (Josué Amílcar y Andrés) han estado involucrados en esto de la ciencia, desde diferentes ámbitos y en diferentes estados del país. Ambos Físicos (es decir, licenciados en Física, egresados de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la UANL) me comentan los bemoles que han tenido por el hecho de tener que enfrentar al aparato burocrático que regula la ciencia en nuestro país. Científicos de papel que tienen certificados y títulos, pero que al momento de decidir proyectos de investigación, están mas encerrados en sus propios intereses (que también tienen que ver con política) que con el desarrollo de sus áreas, y por ende con el desarrollo científico del país. Caray, ni la gente estudiada se salva de corrupción ni de egos demasiado grandes. Y pensar que así nos piden que se dedique mas presupuesto para ciencia y educación.

Paradójicamente, por otro lado, hará cosa de unos tres meses, mas o menos, que me ha tocado la tarea de buscar por candidatos calificados para ciertos puestos de trabajo. Uno de ellos (el primero) en México, como responsable de soporte para canales de uno de los mayoristas que vende nuestras soluciones. Pedíamos un ingeniero junior, alguien quizá recién egresado de la universidad, donde quizá fuera su primer o segundo trabajo, a quien se pudiera entrenar y formar para que tomara la metodología de trabajo de nosotros. El salario ofrecido no era nada bajo tampoco (alrededor de 12,000 pesos mensuales; algo así como 1,150 dólares al mes) por una posición que demandaba conocimientos básicos y mucha disposición. Me llegó de todo. Chicos y chicas recién egresados, los cuales ni siquiera se preocuparon por cumplir con los requisitos mínimos que se pedían. Currículums bastante buenos en papel, pero que en la práctica eran la mitad o menos de lo que decían. Gente con algo de experiencia, atraída mas por el sueldo que por el deseo de trabajar. Gente con buena calificación para el puesto, pero que no se preocupó por dar el seguimiento al proceso de selección. Lo curioso fue que no me extrañó, porque amigos míos que han estado buscando gente para sus diferentes empresas, me cuentan lo mismo...

Nos quejamos en general porque no hay buenos puestos de trabajo, pero a la hora de buscar gente calificada tampoco la hay. Y eso es triste, porque entonces el capital se va a los sitios donde sí encuentra esta mano de obra calificada (sea en México o sea en otro país o en otro continente) y entonces la cantidad de trabajos calificados es menor, y el atraso de ciertas regiones contra otras es todavía mas grande con el tiempo…

¿Qué en lo personal, busco en alguien que quiera traer a mi equipo de trabajo? – Antes que la aptitud, busco la actitud. Sí, es necesario el conocimiento técnico en el área en la que me desenvuelvo. Pero también es necesario que la gente muestre voluntad de querer crecer. Mis primeras preguntas en una entrevista de trabajo no suelen ser “¿Qué es un área de OSPF?”, “en qué capa del modelo OSI corre ICMP” o “¿Cuáles son las diferentes tecnologías de firewalls que conoces?” – Mis primeras preguntas suelen ser “¿Por qué asististe a esta entrevista?, ¿Qué esperas de un trabajo?, ¿Qué te motiva mas a trabajar? Y ¿dónde quieres estar personal y profesionalmente dentro de 10 años?”. Si alguien en lo personal no sabe qué lo motiva, qué espera de un sitio para trabajar y no sabe qué quiere hacer con su vida, no habrá trabajo que le satisfaga ni habrá empresa que cumpla sus expectativas: lo que reciba será bueno o malo dependiendo del estado de humor, sobre todo porque no sabe en qué parte del camino está…. – Ya entonces vienen los puntos específicos: Idiomas, Capacidad de organización y Capacidad de Aprendizaje. Por lo general, con los candidatos “buenos pero flacos en alguna parte” les pido que me delineen un plan para cubrir esas deficiencias: Si lo hacen, muestran voluntad para aprender y capacidad de organización. La capacidad de aprendizaje es algo mas subjetivo, pero que igual puede medirse en una entrevista, o a través de un seguimiento con algun candidato.

Luego, vienen los idiomas. Si algún profesionista del área de informática no se ha preocupado por aprender inglés por lo menos, pone el camino muy difícil para seleccionarlo. Y es que, quiérase o no, el inglés es idioma estándar en muchas profesiones en estos días. Y si no se habla, además de leerse y escribirse, las cosas se ponen muy complicadas. Idealmente esto debería hacerse en la universidad. Si no, pues a través de alguna escuela privada. Hay cursos por computadora. Hay libros, CDs y otras tantas maneras de poder aprender (hoy con la ventaja de Internet) sin invertir mucho dinero. Pero para esto hay que tener voluntad de aprender. Y si ya se sabe inglés, después vienen el portugués (importante porque la primera economía de América Latina no es México sino Brasil) y quizá el Francés (por Canadá mas que por Francia). A menos que tengamos metas específicas con respecto a compañías o proyectos (profesionales o personales) relacionados con algun país en particular, ¿para qué aprender Farsi si es que no lo vamos a ocupar? – Usemos este tiempo mejor en algun idioma que nos ayude a crecer como personas, pero también profesionalmente…

No estoy diciendo que esto sea así en todos lados, ni que este sea el único camino; sino que en mi caso es la forma en cómo se si alguien que se va a integrar a un equipo de trabajo del cual es responsabilidad entregar resultados, va a tener el nivel de compromiso necesario para poder sacar adelante lo que se deje en sus manos. Como todo lo escrito en este blog, es solo mi humilde opinión y mi forma de ver las cosas, y de ninguna manera creo que sea la verdad absoluta; sino solo uno de los muchos ángulos que tiene esto...

Muchas veces, el destino de nuestras carreras está mas en nuestras manos que lo que nosotros pensamos. Pero no es fácil, y como todo requiere esfuerzo, dedicación y hasta sacrificio. Todo lo bueno en la vida cuesta de un modo o de otro, y a veces es mas cómodo conformarnos y quejarnos que tomar acción. Hay mucho que podemos hacer por nosotros mismos: la educación nunca se termina, y quien deja de aprender, corre el riesgo de retrasarse antes que quedarse en el mismo sitio…

Sí, hacen falta científicos y verdaderos profesionales. Triste realidad. Pero está en nosotros cambiarla. Como dice el Himno Nacional Mexicano “un soldado en cada hijo te dio”. El “soldado” de hoy en la “guerra” de la vida, pelea mas con su mente, con su espíritu y con su corazón, que con sus manos…

El prójimo y el buen samaritano

Ayer durante misa, la lectura principal fue un extracto de San Lucas, donde está el relato del buen samaritano. Mucha discusión sobre si esto fue parabola o historia, pero lo cierto es que independientemente de lo que sea, es una lectura que invita mucho a la reflexión.

Yo no había tenido la oportunidad de ver la profundidad de una enseñanza que parece pequeña, hasta que tuve oportunidad de ver los mesones en medio del desierto en Israel y ver el tipo de orografía por allá. Yo siempre, de niño y adolescente, cuando escuchaba este relato pensaba “¿Y qué pasa con los levitas?, ¿qué tiene de malo que hayan dejado a alguien ahí?” y comparando esto con nuestra realidad decía “Ok, pero si dejan a alguien, seguro alguien venía detrás y seguramente alguien mas iría a ayudar a esta persona” – un pensamiento egoísta al descargar la responsabilidad propia en otros, pero al tiempo plausible: podría ocurrir así.

Muy diferente es la óptica cuando se mira esto con la lente que merece. Primero un poco de historia sobre los personajes: Los samaritanos (originarios de Samaria) y los judíos (del área de Judea) no eran muy amigos que digamos. Existía entre ellos una intolerancia propia de personas con creencias diferentes. Los sacerdotes eran personas escogidas responsables de llevar a cabo el culto (como hasta nuestros días) pero que eran igualmente responsables por mantenerse puros para tal efecto, siguiendo las reglas de la pureza indicadas en el Levítico (incluido tanto en nuestra Biblia actual como en la Torah judía). Los Levitas, de la tribu de Leví, eran una especie de sacerdotes menores en general y no era extraño que los sacerdotes fueran de esta tribu, habiendo sido responsables siempre por el transporte del Arca de la Alianza y la guardia del Templo y del Tabernáculo.

Situémonos ahora en el Israel de los tiempos de Jesús: en plena dominación romana, las comunicaciones jugaban un papel importante para poder mantener el imperio, por lo que había efectivamente caminos. Sin embargo, los caminos en el desierto suelen extraviarse con relativa facilidad debido al cambio de las arenas debido al tiempo. Entonces como ahora, era importante conocer cómo poder atravesar el desierto usando medios diferentes a las indicaciones simples de un camino. Los caminos con frecuencia variaban un poco debido a esto y no siempre eran sitios transitados.

Tenemos entonces que los judíos tenían como costumbre ir a Jerusalem a hacer sus oraciones. Esto sigue siendo vigente al día de hoy. Una de esas personas ha ido (la escritura dice que esta persona está bajando de Jerusalem, por lo que podemos concluír que era judío y venía de regreso) e imaginemos ahora a ese alguien atravesando por ahí y siendo asaltado y atacado: quedar en el desierto a merced del sol y de la sed, sin una posibilidad de orientación sencilla si es que se está medio inconsciente. El que alguien pasara por ahí era una mera casualidad. El sacerdote que pasa, observa a aquella persona ahí decide seguir de largo, con la idea quizá de no quedar impuro al tener un contacto con alguien que no ha estado purificado posiblemente. El levita, alguien que debería tener raíces profundamente religiosas igualmente, decide pasar de largo también. Saben quizá que seguir si auxiliarlo pudiera representar la muerte, por el clima árido y por la poca oportunidad de recuperación en esas condiciones (solo, sin asistencia, sin posibilidad de moverse y orientarse quizá), además de la baja posibilidad de que alguien mas pudiera pasar por ahí a auxiliar a aquel hombre. Pero un samaritano, alguien que se supone no debería importarse y que tenía enemistad con el pueblo al que pertenece el herido, no solo para y cura las heridas, sino que aparte lo lleva a un mesón (mesón que hasta ahora en nuestros días se sigue conservando en el camino que lleva de Jerusalem al Mar Muerto, y que aparece en la foto) para que sea antendido, dejando pagado al mesonero y adquiriendo deuda por anticipado (“lo que gastes demás te lo pagaré yo a mi regreso”) en nombre de alguien a quien no se conoce… ¡Gran gesto!

Es bien difícil en estos días encontrar gente que se pueda portar de esta manera. Es tan difícil a veces encontrar a gente que entienda el verdadero sentido de “Prójimo” (parecido con “próximo” y quizá – aunque no estoy seguro- de la misma raíz latina), porque también es cierto que en nuestros días mucho se ha abusado de la gente que tiende una mano. ¿Cuántos no hemos oído de historias sobre asaltantes que fingen piden auxilio en la carretera ante un supuesto accidente? ¿Qué hay de las personas que piden en la calle para comprar unas medicinas, y pasan su vida pidiendo siempre para la misma medicina? – Es a veces difícil creer en medio de tantos potenciales abusos. Pero a veces es necesario…

Hoy es un tiempo bien difícil para el cristiano, en el que es mas importante a veces el tener que el ser, el adquirir mas que el compartir, y el presumir mucho mas que ilustrar… y mas importante a veces el sentido de autodefensa que nuestro sentido de apoyo a los demás. No es fácil ciertamente en un mundo como el nuestro, donde la mentira también está presente en nuestra cotidianeidad, pero… ojalá Dios nos de las fuerzas y la iluminación para, a pesar de las adversidades y los riesgos, imitar a este buen samaritano tantas veces como nos sea posible, y seamos así ejemplo de que las enseñanzas de nuestro maestro Jesús no han caído en saco roto. Aun si no fuéramos religiosos, el simple hecho de “hacer el bien sin mirar a quién” hará un mundo mejor y mas justo para todos…

Zacatecas

Una vez mas, un viaje por trabajo la semana pasada. Encerrado dos días en un cliente, intentando hacer funcionar un sistema de Voz Sobre IP de Nortel, donde al final de tantas pruebas acabamos comprobando que hay algo “raro” en la configuración del equipo: ¡Se “traga” los paquetes así que ponemos el teléfono en un HUB junto con una PC! – Como si hiciera algun tipo de ARP Spoofing o ARP Proxy, pero sin respuestas a capa 3. Bien raro… - pero bueno, de aquí lo importante es que (contra mis planes) conseguí quedarme una noche en Zacatecas y en los 20 minutos que tuve disponibles, pude obtener unas cuantas fotografías en el trayecto. Me hospedo en un hotel barato del centro histórico, pues ahí es donde encuentro habitación y ya a estas alturas de la noche, muy cansado… - Lo bueno, es que estoy cerca del centro histórico, y desde ahí puedo tomar fotos a un par de edificios, que incluye un Teatro (cuyo nombre se me olvida) y la Catedral, que tiene una fachada muy bonita, laboriosamente trabajada. El palacio de Gobierno está ahí, y por alguna razón me recuerda un poco la distribución del espacio, a una de las iglesias en Quito. Curioso que en la mañana el taxi que me lleva del aeropuerto a las oficinas del cliente, lo comparto con gente que viene de Quito precisamente. Coincidencias raras de la vida…

Por acá unas fotos de lo que alcancé a tomar. Definitivamente una ciudad muy bonita, que está en mi (ya larga) lista de sitios a los que debo volver en plan de vacaciones… cuando sea rico y famoso y no requiera volver a viajar de trabajo… jeje… - ¿Por qué no? ¡Algun día! ;-)